lunes, 16 de enero de 2017

January dead.


Enero.
Llego del trabajo, me saco el sostén, me saco el calzado, me saco el pantalón. Quedo en musculosa y bombocha... Me preparo el mate, pongo música.

 Me siento a escribir, Salem (Mi gato) me mira fijamente, y lo desconcentra el sonido del teclado de la notebook, no importa sigo. Libero mi alma, dejo que las palabras fluyan.

Intento curar mi alma, a veces funciona, otras no.
Me siento sola, me siento triste, me siento abandonada. Aún que sé que no es así, no puedo evitar sentirme así.
Me quiebro sola, me rompo sola, hasta pareciera que fuese divertido auto-herirme ¡No aprendo más!
Me aferro a cosas que sé que no van a ningún lado, me aferro a cosas que me destruyen ¿Será que no me quiero arreglar? Siento que no tengo las fuerzas para afrontarme, para superarme. Me quiero curar, pero aún me faltan fuerzas.

Dejo el mate, bailo hasta la habitación, me acuesto en el piso, Salem me salta, de repente comienzo a llorar como una niña, empiezo a llorar como si alguien más hubiese muerto, pero la que esta muriendo soy yo.




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