lunes, 28 de noviembre de 2016

Mundo de cabeza

Mi vida está de cabeza.
Perdí mi horizonte, mi cielo, mi hilo.
Me sumerjo en un mundo de excesos,
valiendo nada,
destruyéndome.

Sigo por inercia
vivo por un morocho peludo
que me mira desde la cama
y maulla “mamá”.

La soledad me enloqueció,
sacó lo peor de mi,
no creo volver a ser yo.
Me transforme en un caos,
en destrucción,
lo que toco lo rompo.

Mi mundo está estallando
en el centro de mi pecho.
Ya no quedan lágrimas por derramar.

Me hago pequeña,
intento lamer mis heridas,
intento rearmar mi coraza,
quizás pueda volver a ser feliz otra vez.